Nacional

51 años de incertidumbre

Durante años hemos escuchado de las tragedias que nos persiguen como país, nos sabemos a la perfección conflictos armados como la Independencia y la Revolución; sabemos que la economía está mas inestable que nunca, la crisis del desempleo y los problemas internacionales que tenemos. A pesar de ello seguimos sin comprender del todo cuales son las causas que han originado estos movimientos.

Hoy a 51 años de los sucesos del 2 de octubre de 1968, seguimos conociendo solo una parte de la historia, sabemos que fue una masacre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, que hubo cientos de muertos y desaparecidos y que la huella dejada por ese conflicto es demasiado grande y profunda.

¿Realmente fue una revuelta de estudiantes necios y violentos o un crimen de Estado impune al que seguimos dándole la vuelta? Esas y muchas interrogantes más nos persiguen hasta el día de hoy.

Han sido varios los encargados de realizar crónicas y documentar los hechos que vieron nacer a este movimiento, a continuación, te damos un resumen de los más importantes, entre los que se encuentra Viétnika Batres en el sitio Animal político.

22 de julio

Se registró una pelea entre estudiantes de las vocacionales 2 y 5 del IPN y de la Preparatoria Isaac Ochoterena en la ciudadela. Existen varias versiones sobre cuál fue el verdadero motivo, entre ellas que fue un juego de futbol, un conflicto amoroso o una novatada; la verdad sigue siendo incierta, de lo que si tenemos certeza es de que ese día se marcó el inicio de este movimiento.

23 de julio

Continúa el pleito. Los jóvenes involucrados en la riña del día anterior volvieron a enfrentarse, pero al regresar a sus planteles fueron provocados por un grupo de granaderos, que los cercaron y los golpearon.

Aproximadamente 200 efectivos del batallón número 19 de la policía del DF irrumpió violentamente en la Vocacional 5 del Instituto Politécnico Nacional (IPN) ubicada cerca de la Ciudadela.

La policía ingresó al inmueble arremetiendo contra alumnos, maestros y administrativos, que fueron agredidos sin conocer la causa. “No se trataba de imponer el orden, sino de romperlo, de golpear como si se tratara de una venganza personal”, escribió Luis González de Alba en Los días y los años.

Cerca de 3 mil estudiantes y más de 200 granaderos se involucraron en la batalla campal que duró más de tres horas y tuvo como saldo una docena de golpeados y daños por varios miles de pesos.

Por su parte, la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET) convocó a una manifestación de protesta contra la brutalidad policiaca el 26 de julio, de la Plaza de la Ciudadela al Casco de Santo Tomás.

26 de julio

La manifestación organizada por la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos (FNET) que protestaba por la intervención en la Ciudadela coincide con otra por la conmemoración del triunfo de Playa Girón por organizaciones de izquierda y de solidaridad con Cuba. Con una brutalidad fuera de lo habitual, ambas fueron duramente reprimidas por la policía que encontró resistencia en diversos puntos del Centro Histórico.

A la tensa situación se le sumó el hecho de que los estudiantes que se refugiaron en las preparatorias permanecieron atrincherados en los planteles. En las calles fue distinto: estudiantes universitarios y politécnicos no solo fueron sometidos por granaderos, hubo cientos de detenidos. La agencia de noticias AFP reportó un saldo de 500 heridos.

30 de julio

En una escalada represiva contra el movimiento estudiantil, policía y ejército ocupan planteles escolares de la Preparatoria Nacional y del Instituto Politécnico Nacional en el centro de la ciudad. En el Centro Histórico la puerta principal de la Preparatoria 1, de origen colonial, es destruida con un disparo de bazuca. El Secretario de Defensa, Marcelino García Barragán, niega este hecho acusando a los jóvenes de causar los destrozos con bombas molotov.

Con el bazucazo se creó un ambiente de estupor y alarma en la ciudad y las escuelas. Dos días de choques desiguales entre estudiantes contra policías preventivos no justificaban tal demostración de fuerza militar. Se suspenden las clases en las escuelas dependientes de la UNAM y el IPN. En Ciudad Universitaria,

2 de agosto

Estudiantes de las instituciones en paro exigen destituir a jefes policiacos; forman el Consejo Nacional de Huelga. Paralelamente se forma la Coalición de Profesores de Enseñanza Media y Superior Pro Libertades Democráticas. Se publica un desplegado de 26 directores del IPN y escuelas en apoyo a los estudiantes. Al mismo tiempo, se emplaza al gobierno federal a dar respuesta a los seis puntos del pliego petitorio difundido como única salida para evitar que los estudiantes estallen una huelga nacional.

Los puntos que se solicitan son:

  1. Libertad de todos los presos políticos. Es decir, de los estudiantes y activistas detenidos por manifestarse.
  2. Derogación del artículo 145 del Código Penal Federal, el cual regulaba los delitos de disolución social, que se entendían como la difusión de ideas que perturben el orden público o afecten la soberanía nacional.
  3. Desaparición del cuerpo de granaderos, grupo policial participó en varios actos de represión estudiantil previos al 2 de octubre.
  4. Destitución de los jefes policiacos Luis Cueto y Raúl Mendiolea, quienes fungían como el jefe y el subjefe de la policía capitalina respectivamente y habían tenido roces con los estudiantes en varias ocasiones.
  5. Indemnización a las víctimas de los actos represivos, pues antes de la masacre de Tlatelolco, ocurrieron varios enfrentamientos que dejaron estudiantes muertos.
  6. Deslinde de responsabilidades de los funcionarios involucrados en actos de violencia contra los estudiantes y establecer un diálogo público entre autoridades y el CNH para negociar las peticiones.

1 de septiembre

Ante el pleno del Congreso de la Unión, el presidente Gustavo Díaz Ordaz hizo una extensa alusión al movimiento estudiantil, al que descalificó como una conspiración para “sembrar el desorden, la confusión y el encono”, y lanzó una advertencia nada velada sobre el uso de la fuerza militar para acabar con “los desmanes”: “Hemos sido tolerantes hasta excesos criticados; pero todo tiene su límite”.

El presidente amenazó con sofocar el movimiento estudiantil y al mismo tiempo hizo énfasis en lo que personalmente le atañía: “La injuria no me ofende; la calumnia no me llega; el odio no ha nacido en mí”.

13 de septiembre

En absoluto silencio, 300 mil estudiantes marchan de Antropología al Zócalo. Los manifestantes avanzaron sobre Paseo de la Reforma sin pronunciar palabra. Acaso algunos gritos, pero no de ellos, sino de quienes los alentaban. Los estudiantes hablaban, en todo caso, a través de sus mantas, sus pancartas, sus volantes; exponiendo con carteles y tapabocas el rechazo a los adjetivos de “provocadores y revoltosos” con que los habían calificado.

18 de septiembre

Díaz Ordaz ordena el asalto militar de Ciudad Universitaria. Alrededor de las 22:00 horas, el ejército ocupa Ciudad Universitaria, ocupando todas las instalaciones aproximadamente con decenas de tanques ligeros, vehículos artillados y de transporte. Son detenidas cerca de 500 personas.

Horas después, el rector de la Universidad Autónoma de México (UNAM) Javier Barrios Sierra protestaría por la ocupación militar, a la cual calificó como “un acto excesivo de fuerza”.

29 de septiembre.

Luego de tres meses de negarse a dialogar con los dirigentes del movimiento estudiantil, el presidente Gustavo Díaz Ordaz hizo llegar una propuesta al Consejo Nacional de Huelga (CNH) para que esa instancia nombre una representación que se reúna con dos enviados del gobierno federal para tratar de encontrar una salida al conflicto y discutir los puntos del pliego petitorio.

El Consejo Nacional de Huelga aceptó asistir a las audiencias y al mismo tiempo reafirmó, en rueda de prensa, que continuará su lucha en forma pacífica hasta obtener la solución de su pliego petitorio. De igual manera, convocó a un mitin en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco para el 2 de octubre, a las 17:00 horas, para marchar posteriormente hacia el Casco de Santo Tomás.

2 de octubre

Se celebró un mitin en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Tras una señal luminosa se desencadenó un tiroteo que deja un número indeterminado de muertos y heridos. Cientos de estudiantes fueron detenidos e incomunicados.

Siete días después de los hechos ocurridos en Taltelolco, el Consejo Nacional de Huelga responsabilizó al gobierno federal por los sucesos en la Plaza de las tres culturas. No obstante, afirmó que no obstaculizará el desarrollo de los Juegos Olímpicos, estableciendo una Tregua Olímpica. El 12 de octubre la edición 19 de la justa olímpica se inauguró en Ciudad Universitaria.

Fue hasta el 26 de octubre cuando se liberó a 63 estudiantes detenidos en los incidentes del 2 de octubre, mientras que 165 permanecieron inculpados en la cárcel Lecumberri.

Por su parte, el ejército desocupó las instalaciones del IPN ubicadas en el Casco de Santo Tomás hasta el 29 de octubre, mientras que asambleas estudiantiles del Politécnico y la UNAM decidieron mantener el paro hasta obtener solución al pliego petitorio, por lo que miembros de la CNH se reúnen con Julio Sánchez Vargas, Procurador General de la República, para exigirle la libertad de todos los estudiantes presos desde el 23 de julio.

Finalmente, después de 130 días de haber iniciado, el Consejo Nacional de Huelga acordó poner fin al paro estudiantil el 4 de diciembre y un par de días después, la instancia máxima de dirección del movimiento estudiantil del 68 se disolvió formalmente.

El paso del movimiento dejo una gran mancha dentro de nuestra historia, padres desconsolados, personas presas que el único delito que cometieron fue el de negarse a reprimir su voz, han pasado 51 años de esto, sin embargo, la situación no ha cambiado en nada, seguimos teniendo estudiantes desaparecidos, personas reprimidas y pero aún sigue sin haber culpables.

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