Reflejos

¿El canto se aprende?

Por: Alejandra Parada Cornejo

Siempre he cantado.
Es lo que siempre digo cuando me preguntan.
Pero antes de cantar, desafiné.
Antes de intentar cantar, hablé.
Antes de aprender a hablar, grité.
Antes de gritar, lloré.
Para llorar primero respiré.
Para cantar, aprendí a respirar por primera vez.
Siempre he respirado, siempre he cantado.

Algo como esto es el proceso del aprendizaje. A veces ya estamos haciendo cosas muy complejas sin detenernos a analizar y experimentar con cada una de las partes que comprenden un ‘hacer’. Definitivamente nadie nos enseña a respirar cuando nacemos, pero sí hay personas que nos enseñan a hacer otra clase de cosas que tendrán impacto en nuestro futuro, y de entre todas estas personas, los únicos que estudian y se preparan mentalmente para la enseñanza, son las y los maestros.

Aprender a cantar… Es un objetivo que las personas valientes se proponen, y no es para menos, ni lo digo porque yo misma haya estudiado canto; sino que todo empieza por algo que cualquiera daría por hecho que nació sabiendo, y eso es respirar. Aprender por primera vez a respirar, poner atención a tu propio cuerpo de esta manera, es toda una experiencia que te pone en tus propios zapatos, es una práctica de nivel meditativo que con el paso de los días, semanas y meses que se convierten en años, logras pulir, perfeccionar y conectar más rápido, más natural. Por eso no cualquiera medita y se convierte en monje. Sin duda es una práctica que requiere de una gran disciplina en conjunto con la paciencia, perseverancia, constancia y humildad. Sin estos ingredientes igualmente puedes cantar, pero no estarías llegando ni remotamente a tu potencial, y también por esto es tan importante tener un buen maestro, quien se convertirá en tu referente para reconocer tu propio avance, y confiarás tanto en esta autoridad que le creerás todo, ¿y cómo no? Solamente esta persona ha sobrevivido a tus desafinaciones y las de otros alumnos y alumnas más, que como tú están en su viaje personal para encontrar su propia voz y cantar sobre diversos escenarios y enfrentar a aún más diversos públicos. Es por esto que tener un maestro especializado no es un lujo, es un requisito si lo que quieres es aprovechar tu potencial y llegar lejos.

¿Te diste cuenta de que no he mencionado el talento? El talento es algo así como la facilidad para hacer algo, pero es una pequeña parte de todo lo que se necesita para cantar profesionalmente, porque incluso hay personas que no tienen la voz más bella y, sin embargo, cantan. Por supuesto, tener talento y tener una voz linda son cosas distintas, pero si algo te puedo asegurar es, que si tú te propones algo, lo vas a lograr, porque cuando alguien se propone algo, busca la forma, busca alternativas, se obliga a ser creativo y ver donde nunca antes había puesto el ojo.

La vida es muchas cosas y nada, y entre todo eso, la vida también se compone de muchos ciclos eternos que, vistos desde un solo punto de vista, puede parecer que solo vamos en círculos, pero cuando cambias la perspectiva, lo que parecía un círculo se descubre como una espiral que va avanzando. Por eso cuando decides estudiar canto, todo empieza con aprender por primera vez a habitar el cuerpo que desde tu nacimiento has habitado.

Ya sé que esto se lee como si no fuéramos hacia ningún lado, pero todo toma sentido cuando lo pones en práctica. Es decir, diario despiertas, pero nunca es el mismo día.

¿Qué piensas? ¿Nos invitas a cantar contigo?

Rodrigo Rodríguez Salas