La farsa

El pasado 17 de octubre Culiacán se convirtió en una narcoserie. 

Hace algunas semanas el norte del país se encontraba aterrorizado, Culiacán tiñó sus calles de rojo y lo que parecía ser un día común y corriente, terminó pareciéndose al episodio de una narcoserie. El 17 de octubre del año en curso, se montó un operativo para detener al hijo del famoso narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, el cargo que se le imputaba era el de tráfico de cocaína, metanfetamina y marihuana. 

Fuentes del Ejército confirmaron a medios nacionales que Ovidio Guzmán López había sido detenido, lo que desató ataques armados y bloqueos en distintos puntos de la ciudad. Por más de una hora, Culiacán se encontraba en terror absoluto y el Gobierno de Sinaloa le pidió a la ciudadanía que “mantuviera la calma”. 

Hace unos días, el Gobierno de la República mostró un vídeo en el que se mostraba la forma en la que habían capturado a Ovidio, generando desconcierto y molestia en la sociedad ya que se encontraron muchas incoherencias, como el hecho de que en las fotos del 17 de octubre tuviera barba y camisa blanca con puntos y en el vídeo publicado no tuviera barba y camisa blanca. 

Esto nos demuestra nuevamente que la cuarta transformación es una farsa e incluso nos hace darnos cuenta de que ni para mentirnos son buenos.